Siete UFOS sobre el Teide nevado

Los temporales subtropicales son un coñazo: viento y agua como para ahogar a una isla. Pero tras la última nube negra, sale el sol y alguien te llama: el Teide está nevado. Y saltas de la cama y te preparas para el gran espectáculo.

Los guanches creían en un dios benévolo y supremo: Achamán. Un día la gran montaña (Echeyde) donde vivía Guayota, el dios del mal, estalló y el cielo ennegreció. Durante años vomitó lava y cenizas y los guanches creían que había abierto su boca para no cerrarla jamás. El dios Achamán puso fin a la tormenta de lava taponando con un cono la montaña del infierno (Echeyde), encerrando en su interior a Guayota.

Desde entonces el Teide (castellanización de Echeyde) está dormido.